La Segunda Cristera en Los Altos de Jalisco

"La historia es una lucha entre los seguidores del único Rey de la creación y sus opositores comandados por Satanás y sus legiones. En ella los hombres son actores en favor de uno u otro".

domingo, 28 de diciembre de 2014

¡Basta ya del asesinato de sacerdotes en México!





El sacerdote, conocido como “Padre Goyo” perteneciente a la diócesis de Ciudad Altamirano, fue secuestrado, el pasado 21 de diciembre, por personas armadas que ingresaron al seminario diocesano de esta demarcación, que se encuentra en las faldas del cerro Chuperio, alejado de la zona urbana. Su cuerpo fue encontrado, con un impacto de bala en la cabeza (tiro de gracia), el día de Navidad, en el municipio de Tlapehuala.

El padre Gregorio López Gorostieta de 39 años (probablemente pariente del general cristero Gorostieta), era originario de Nanchititla, Estado de México, se ordenó el 25 de marzo de 2006 en Altamirano y fungía como profesor del seminario católico de Ciudad Altamirano.

Se narra que el religioso llegó al recinto en compañía de un seminarista aproximadamente a los once treinta de la noche, después de celebrar varias misas de domingo en la Iglesia Catedral y encabezar una pastorela y una kermés en beneficio del seminario.


Las estadísticas de asesinatos de sacerdotes en los últimos 24 años


Apenas el lunes 22 de diciembre, la Unidad de Investigación del Centro Católico Multimedial (CCM), dio a conocer su reporte anual 2014, sobre sacerdotes, religiosos y laicos, que han sido asesinados en México, “a causa de su eficaz actividad pastoral y su sentido de absoluta fidelidad a Cristo y a su Iglesia.”

Bajo el título: “El Riesgo de ser Sacerdote en México”, y que puede ser consultado en la página web del CCM, se llega a varias conclusiones que se resumen así: “Durante los últimos 24 años, han sido perpetrados 47 atentados contra miembros de la Iglesia Católica, de los cuales 45 son crímenes arteros; y 2 corresponden a sacerdotes que siguen en calidad de desaparecidos.”

El documento señala que “en los últimos 12 meses, tres sacerdotes adscritos a la Arquidiócesis de Acapulco, Guerrero, pagaron con su vida al ser levantados y secuestrados por grupos violentos de la entidad. Gran dolor han causado estos magnicidios a fieles de la diócesis de Ciudad Altamirano, Guerrero y a la Iglesia de México en general.”

“Otro presbítero que pertenecía a la Diócesis de Atlacomulco, Estado de México, fue asesinado cuando se perpetraba un robo en el templo del cual era párroco. Afortunadamente 3 sacerdotes fueron rescatados: uno de la Diócesis de Apatzingán, estado de Michoacán, uno más de la Diócesis de Ciudad Altamirano, Guerrero y un sacerdote de la Arquidiócesis de Xalapa, que fue víctima de un secuestro exprés.”

El documento indica que desde que llegó al poder el presidente Peña Nieto, se tiene registro de ocho sacerdotes asesinados —tres de ellos en Guerrero— y dos que están desaparecidos desde el 2013, un incremento del 100% con respecto al sexenio anterior. Además, ha habido 520 amenazas, muchas de muerte, y 1,520 casos de extorsiones contra religiosos. 





La Conferencia del Episcopado Mexicano en un comunicado de prensa ha expresado: <<Haciéndonos eco del sentir de muchos mexicanos, repetimos: ¡Basta ya! No queremos más sangre. No queremos más muertes. No queremos más desaparecidos. Exigimos a las autoridades el esclarecimiento de éste y de los demás crímenes que han provocado dolor en tantos hogares de nuestra patria, y que se castigue conforme a derecho a los culpables.

Invocando la intercesión de Santa María de Guadalupe, renovamos nuestra invitación a unirnos para pedir a Dios por la conversión de todos los mexicanos, especialmente de quienes olvidan que somos hermanos y provocan sufrimiento y muerte, y para que todos nos comprometamos a ser agentes en la construcción de un México justo, reconciliado y en paz.>>

El obispo de la Diócesis, Maximino Martínez Miranda, después de comentar que el padre Goyo “era muy tranquilo” comentó respecto a la delincuencia que azota al estado de Guerrero “Es prácticamente un enfrentamiento directo contra el demonio”.


El sacerdote es un don de Dios


Nadie para hablar de ello como nuestro querido Juan Pablo II, -ahora santo- . En su obra Don y Misterio, nos hace ver como la vocación del sacerdote es un don de Dios y un misterio, que sólo el sacerdote vive en el interior de su corazón. Los verdaderos sacerdotes son un regalo de Dios para su pueblo. No debemos temer el quedarnos sin sacerdotes mientras los pidamos con fe. Por eso es acertado que en cada misa se pida por las vocaciones sacerdotales << Señor, gemimos en la orfandad, danos vocaciones, danos sacerdotes y religiosos santos. Te lo pedimos por la Inmaculada Virgen María de Guadalupe, tu dulce y Santa Madre.

Oh Jesús danos sacerdotes y religiosos según tu corazón. >>

Pero el que Dios, responda a las peticiones de su pueblo, no quiere decir que permanezcamos callados ante el asesinato inmisericorde de sus actuales apóstoles.

¡Debemos levanta la voz y manifestar la necesidad de paz, seguridad  y justicia en nuestra Patria!


¡Viva Cristo Rey!



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