La Segunda Cristera en Los Altos de Jalisco

"La historia es una lucha entre los seguidores del único Rey de la creación y sus opositores comandados por Satanás y sus legiones. En ella los hombres son actores en favor de uno u otro".

sábado, 27 de junio de 2015

«Hemos vuelto al paganismo, donde el niño no tenía ningún derecho. Era un objeto `a disposición´»






El cardenal Carlo Caffarra, arzobispo de Bolonia y miembro del Pontificio Consejo para la Familia y la Pontificia Academia para la Vida, explica en una conversación con Tempi.it por qué la ideología de género y las políticas anti-familia parecen tan fuertes. He llegado a la siguiente respuesta: todo esto es una obra diabólica, literalmente", admite.

El ocaso de una civilización


»Me han surgido distintos pensamientos a raíz de la moción votada en el Parlamento europeo [se refiere al reconocimiento de las uniones y de los matrimonios entre personas del mismo sexo votada en Estrasburgo esta primavera de 2015, ndt]. El primer pensamiento ha sido este: es el fin. Europa se está muriendo. Y tal vez ni siquiera tiene ganas de vivir, pues no ha habido civilización que haya sobrevivido al ensalzamiento de la homosexualidad.

» No digo al ejercicio de la homosexualidad. Digo al ensalzamiento de la homosexualidad. Hago un inciso: alguien podría observar que ninguna civilización ha ido tan allá como para afirmar el matrimonio entre personas del mismo sexo. En cambio, hay que recordar que el ensalzamiento es algo más que el matrimonio.

»En distintos pueblos la homosexualidad era un acto sagrado. De hecho, el adjetivo usado en el Levítico para juzgar el ensalzamiento de la homosexualidad a través del rito sagrado es "abominable". Tenía carácter sagrado en los templos y ritos paganos.

»Tanto es así que las dos únicas realidades civiles, llamémoslas así, los dos únicos pueblos que han resistido muchos milenios - en este momento pienso sobre todo en el pueblo judío - han sido esos dos pueblos que han sido los únicos en contestar la homosexualidad: el pueblo judío y el cristianismo. ¿Dónde están los asirios? ¿Dónde los babilonios? Y el pueblo judío era una tribu, parecía una nulidad frente a otras realidades político-religiosas. Pero la reglamentación del ejercicio de la sexualidad como encontramos, por ejemplo, en el libro del Levítico, se convirtió en un factor importantísimo de civilización. Ese ha sido mi primer pensamiento. Es el fin.

Satanás contra las evidencias


»Segundo pensamiento, puramente de fe. Ante hechos de este tipo siempre me pregunto: pero ¿cómo es posible que en la mente del hombre se oscurezcan evidencias tan originarias, cómo es posible? Y he llegado a la siguiente respuesta: todo esto es una obra diabólica. Literalmente.

»Es el último desafío que el diablo lanza a Dios creador, diciéndole: “Yo te enseño cómo construyo una creación alternativa a la tuya y verás que los hombres dirán: se está mejor así. Tú les prometes libertad, yo les propongo el arbitrio. Tú les das amor, yo les ofrezco emociones. Tu quieres la justicia, yo la igualdad perfecta que anula toda diferencia”.

»Abro un paréntesis. ¿Por qué digo “creación alternativa”? Porque si nosotros volvemos, como Jesús nos pide, al Principio, al diseño originario, a cómo Dios ha pensado la creación, vemos que este gran edificio que es la creación se rige sobre dos columnas: la relación hombre-mujer (la pareja) y el trabajo humano. Nosotros estamos hablando ahora de la primera columna, pero también la segunda se está destruyendo.

»Vemos, por ejemplo, con cuánta dificultad se puede hablar hoy del primado del trabajo en los sistemas económicos. Pero me detengo aquí porque no es el tema de nuestra conversación. Estamos, por consiguiente, frente a la intención diabólica de edificar una creación alternativa, desafiando a Dios con la intención de que el hombre acabe pensando que se está mejor en esta creación alternativa. ¿Se acuerda de la Leyenda del Gran Inquisidor? [Esta leyenda forma parte de la última novela de Dostoievski, Los hermanos Karamazov, ndt].

«¿Hasta cuándo Señor?»


»El tercer pensamiento tiene forma de pregunta: “¿Hasta cuándo Señor?”. Y entonces resuena siempre en mi corazón la respuesta que da el Señor en el Apocalipsis. En este libro se narra que a los pies del altar celeste están los asesinados por la justicia, los mártires, que dicen continuamente “¿Hasta cuándo vas a estar (…) sin tomar venganza por nuestra sangre (…)?” (cfr. Ap 6, 9-10). Y me sale espontáneo decir: ¿hasta cuándo Señor no defenderás tu creación? Y de nuevo la respuesta del Apocalipsis resuena dentro de mí: “se les dijo que esperasen todavía un poco, hasta que se completara el número de sus consiervos y hermanos que iban a ser muertos como ellos”.

» ¡Qué gran misterio es la paciencia de Dios! Pienso en la herida de Su corazón, convertida en visible, histórica, cuando un soldado abrió el costado de Cristo. Porque de cada cosa y criatura creada la Biblia dice "y vio Dios que estaba bien”. Por último, en el culmen de la creación, después de la creación del hombre y de la mujer, dice “y vio Dios que todo estaba muy bien”. ¡La alegría del gran artista! Ahora esta gran obra de arte está totalmente desfigurada. Y Él es paciente y misericordioso. Y dice, a quien le pregunta “¿hasta cuándo?”, que espere. “Hasta que el número de los elegidos no esté cumplido”».

La fuerza del Redentor


»Y he aquí mi último pensamiento. Un día, cuando era arzobispo de Ferrara, estaba en uno de los pueblos más alejados de la diócesis, en el delta del Po. Un lugar que parecía el fin de la Tierra, en medio de uno de esos tortuosos meandros que hace el gran río, que antes de llegar al mar va por donde quiere. Allí me reuní para una catequesis con un grupo de pescadores, gente que literalmente se pasa la mayor parte de su vida en el mar. Uno de ellos me planteó esta pregunta: “Imagínese el mundo como uno de esos contenedores cilíndricos en los que metemos los peces que acabamos de pescar; pues bien, el mundo es esta especie de barril y nosotros somos como peces que acaban de ser pescados. La pregunta es: el fondo de este barril, ¿cómo se llama? ¿Qué nombre tiene?”.

»Imagínese, un pescador que plantea la pregunta que está en el principio de cualquier filosofía: ¿cómo se llama el fondo de todas las cosas? Y entonces yo, asombrado por esta pregunta, le respondí: “El fondo no se llama azar; se llama gratuidad y ternura de Uno que nos abraza a todos”.

»En estos días he vuelto a pensar en esa pregunta y en la respuesta que le di a ese anciano pescador y me pregunto: ¿toda esta intención de desfigurar y destruir la creación tiene tanta fuerza que al final vencerá? No. Yo pienso que hay una fuerza más poderosa que es el acto redentor de Cristo, Redemptor Hominis Christus, Cristo redentor de los hombres.

La tarea de los pastores y de los esposos


»Pero hago otra reflexión, suscitada precisamente por los pensamientos de estos días. Pero yo, como pastor ¿cómo puedo ayudar a mi gente, a mi pueblo, a custodiar en la mente y en la conciencia moral la visión originaria? ¿Cómo puedo impedir el oscurecimiento de los corazones? Pienso en los jóvenes, en quién aún tiene el valor de casarse, en los niños.

»Y entonces pienso en lo que normalmente se hace en el mundo cuando hay que enfrentarse a una pandemia. Los organismos públicos responsables de la salud de los ciudadanos, ¿qué hacen? Actúan siempre según dos directrices. La primera es curar, en principio, a quién está enfermo e intentar salvarlo. La segunda, no menos importante e incluso decisiva, es intentar entender el porqué y cuáles son las causas de la pandemia para poder así elaborar una estrategia de victoria.

»Ahora la pandemia está aquí. Y como pastor tengo la responsabilidad de sanar y de impedir que las personas enfermen. Pero al mismo tiempo tengo el importante deber de empezar un proceso, es decir, una acción de intervención que exigirá paciencia, compromiso, tiempo. Y la lucha será cada vez más ardua y esto es tan cierto que a veces les digo a mis sacerdotes: yo estoy seguro de que moriré en mi cama, pero no lo estoy de mi sucesor. Probablemente morirá en la Dozza (cárcel de Bolonia, ndr).

»Por consiguiente, estamos hablando de un proceso largo y que nos verá comprometidos en un combate duro. En resumen, estamos llamados a hacer ambas cosas: intervención de urgencia y lucha de larga duración, estrategia de urgencia y largo proceso educativo.

«Pero, ¿quiénes serán los actores de una empresa para la que se necesitará tiempo y capacidad de sacrificio? En mi opinión son fundamentalmente dos: los pastores de la Iglesia y, más concretamente, los obispos. Y los esposos cristianos. Para mí, estos serán los que volverán a construir las evidencias originarias en el corazón de los hombres.

»Los pastores de la Iglesia porque existen para esto. Han recibido una consagración cuyo fin es este, la potencia de Cristo está en ellos. “Desde hace dos mil años el obispo constituye, en Europa, uno de los ganglios vitales, no sólo de la vida eterna, sino de la civilización” (G. De Luca). Y una civilización es también la humilde, magnífica vida cotidiana del pueblo generado por el Evangelio que el obispo predica. Y después los esposos. Porque el discurso racional viene después de la percepción de una belleza, de un bien que tú ves ante tus ojos, el matrimonio cristiano.

»¿Y sobre la intervención de urgencia? Tengo que admitir que yo mismo tengo dificultades. Y esto porque no es raro que me falle el aliado, que es el corazón humano. Pienso en la situación entre los jóvenes. Vienen y me preguntan: “¿ Por qué tenemos que comprometernos definitivamente, cuando ni siquiera estamos seguros de que nos seguiremos queriendo cuando llegue la noche?”. Ahora bien, frente a esta pregunta yo sólo tengo una respuesta: recógete en ti mismo y piensa cuál ha sido tu experiencia cuando has dicho a una chica o, en el caso de una chica, a un chico “te amo, te amo realmente”. Acaso dentro de ti, en tu corazón, has pensado: “¿Doy todo mí mismo a otra, pero sólo durante un cuarto de hora o como máximo hasta la noche”? Esto no está en la experiencia de un amor, que es don. Esto está en la experiencia de un préstamo, que es cálculo.

»Pero si consigues guiar a la persona hasta esta escucha interior (Agustín), la has salvado. Porque el corazón no engaña. La Iglesia ha enseñado siempre su gran tesis dogmática: el pecado no ha corrompido radicalmente al hombre. El hombre ha hecho desastres enormes, pero la imagen de Dios ha permanecido. Yo veo, hoy, que los jóvenes son cada vez menos capaces de este retorno a sí mismos. El mismo drama de Agustín cuando tenía su edad.

»En el fondo, al final, ¿qué es lo que conmovió a Agustín? Ver a un obispo, Ambrosio, y ver a una comunidad que cantaba con el corazón más que con los labios la belleza de la creación, Deus creator omnium, el bellísimo himno de Ambrosio.

»Hoy esto es muy difícil con los jóvenes, pero en mi opinión es una intervención de urgencia. No hay otra. Si perdemos este aliado, que es el corazón humano – el corazón humano es aliado del Evangelio, porque el corazón humano ha sido creado en Cristo en correspondencia con Cristo –, decía que si perdemos este aliado no veo más caminos.

»Quisiera añadir una cosa para terminar. A medida que mi vida avanzaba, más descubría la importancia que tienen en la vida del hombre, para tener una buena vida, las leyes civiles. He entendido lo que dice Heráclito: “Es necesario que el pueblo combata por la ley como por los muros de la ciudad”. Más envejecía y más me daba cuenta de la importancia de la ley en la vida de un pueblo. Hoy parece que el Estado haya abdicado de su tarea legislativa, haya abdicado de su dignidad, reduciéndose a ser una cinta grabadora de los deseos de los individuos, cuyo resultado es la creación de una sociedad de egoísmos opuestos, o de frágiles convergencias de intereses contrarios.

» Tácito dice: “Corruptissima re publica, plurimae leges”. Muchísimas son las leyes cuando el Estado es corrupto. Cuando el Estado es corrupto, las leyes se multiplican. Es la situación actual.

»Es un círculo vicioso porque por una parte las leyes parecen reducirse, precisamente, a una cinta grabadora de deseos. Esto hace que lo social sea inevitabilmente conflictivo, una lucha por la supremacía del más prepotente sobre el más débil, es decir, la corrupción de la idea misma del bien común, de la res publica ("la cosa pública", ndt).

»Entonces se intenta resolverlo con leyes olvidando que no habrá nunca leyes tan perfectas que hagan que el ejercicio de las virtudes sea inútil. No las habrá nunca. En esto, en mi opinión, nosotros los pastores tenemos una gran responsabilidad por haber permitido la irrelevancia cultural de los católicos en la sociedad. La hemos permitido, a veces incluso la hemos justificado. ¿Cuándo jamás la Iglesia ha hecho esto? ¿Cuándo jamás los grandes pastores de la Iglesia han hecho esto?




Fuente: http://www.religionenlibertad.com/hemos-vuelto-al-paganismo-donde-el-nino-no-tenia-ningun-derecho-43232.htm#

domingo, 21 de junio de 2015

Cómo en los tiempos de la Cristiada, surgen valientes pastores



Jorge Pérez Uribe

Que se avecinan nuevos días de lucha y persecución como en los tiempos de la Cristiada es un hecho. Estamos ya en los últimos tiempos y al decir de la hermana Lucía serán tiempos de lucha por la vida, el matrimonio y la familia.

Si bien en Europa, la legislación antifamilia impera ya en la mayoría de la naciones. Hay algunas que recalcan su carácter católico en las leyes y otras en las manifestaciones y veladas de oración públicas, el principal ejemplo de ello es Francia y hoy sabemos de la gran manifestación efectuada en Italia.

En nuestros países hispanoamericanos, los movimientos abortistas y LGBT apoyados por la masonería, son la punta de lanza de esta nueva confrontación que velozmente busca avanzar, imponiendo el aborto, la renta de úteros, las bodas –no matrimonio- gays y la adopción de niños por estas parejas.

Desafortunadamente en el caso de México, la población católica y conservadora de las buenas costumbres, tiende mucho a quejarse de la situación, pero a la hora de actuar, le gana la flojera, la indolencia o la cobardía.

En nuestros días han existido obispos valientes a toda prueba como el finado Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo –asesinado el 24 de mayo de 1993-, el Cardenal Juan Sandoval Íñiguez que ha sufrido atentados de envenenamiento, y de intentos de mandarlo a la cárcel, como el que hizo Marcelo Ebrard cuando era Jefe de Gobierno de la capital. En tanto hay otros obispos de triste memoria que tienden a encerrarse en sus palacios obispales y a ser “príncipes de aeropuerto” como ha mencionado el Papa Francisco, sobre esos obispos que se la pasan viajando para bautizar, casar, bendecir, etc., a personajes de éxito, y en congresos congresos, olvidando a su grey.

La preocupación de los que formamos el Pueblo de Dios, es que los buenos pastores son ya personas de muy avanzada edad.

Pero está apareciendo una nueva generación de pastores y así hemos visto al obispo de Cuernavaca, monseñor Ramón Castro Castro y al obispo de Tlaxcala, monseñor Francisco Moreno Barrón, encabezar en sus diócesis marchas por la vida y por la paz.



Y a raíz del albazo en el poder judicial para legalizar bodas gay y mientras todos guardaban silencio apareció el día 16 de junio, una voz que fue luz en las tinieblas y nos llenó de valor y fue la voz del actual obispo de Nuevo Laredo y futuro arzobispo de Yucatán, Gustavo Rodríguez Vega quién expreso:

“La postura oficial de la Iglesia, respetuosos de las instituciones de nuestro país, y de las diversas formas de sentir, pensar y vivir, reiteramos nuestra convicción basada en razones científicas, antropológicas, sociales y religiosas, de que la Biblia, cédula de la sociedad, se fundan en matrimonio un hombre y una mujer, como consta en la tradición jurídica milenaria de occidente, tradición de 2 mil años; es la unión de un hombre y una mujer que quieren procrear. Definitivamente es un parteaguas y no todo mundo va a estar de acuerdo y la Iglesia no está de acuerdo con esta definición”

Dijo que al estar en contra de lo que ellos llaman una “verdadera aberración”, nadie los puede obligar a casar a hombres con hombres o mujeres con mujeres, porque esa acción no la contempla la Iglesia católica y es una ley terrenal.

“Sabemos que podemos ir a la cárcel, si alguna pareja decide casarse por el civil, pero nosotros no le daremos la bendición; esta ley no puede obligar a la Iglesia, la Iglesia no puede ir contra sus principios y de hecho vendrán a la Iglesia solamente quienes compartan nuestros principios. No se puede obligar a una institución como esta Iglesia a ir contra sus principios. Que la Suprema Corte meta a la cárcel a los obispos y a los sacerdotes, a quien quiera, pero la Iglesia no puede ir contra la ley de nuestro Señor Jesucristo”, aclaró.



Mons. Gustavo Rodríguez Vega, originario de Monterrey, Nuevo León, es un obispo relativamente joven (60 años) y de una brillante trayectoria, he aquí sus últimas encomiendas:

Fue nombrado por S.S. Benedicto XVI Obispo de Nuevo Laredo el 08 de octubre de 2008.

En el cuatrienio 2011-2015 fue miembro del Departamento de Justicia y Solidaridad de la Conferencia del Episcopado Latinoamericano (CELAM).

Recientemente (14 de mayo de 2015) ha sido nombrado Presidente del Departamento de Justicia y Solidaridad de la Conferencia del Episcopado Latinoamericano (CELAM).

El Santo Padre Francisco lo nombró Arzobispo Metropolitano de Yucatán, el 1 de junio de 2015, cargo que ejercerá a partir del 29 de julio.

¡Viva Cristo Rey!

sábado, 13 de junio de 2015

Italia: vencen Cristeros mexicanos con “boca a boca” un “boicot cultural”





La gran distribución cinematográfica italiana optó por dejar en el cajón la película Cristiada, no obstante su elenco de primera línea, pero gracias a una estrategia alternativa la obra ha logrado un sorpresivo éxito


Andrés Beltramo Álvarez | Roma, 8 de mayo de 2015

Por más de 50 años su historia fue un tabú en México. Pero ese velo de silencio no ha sido el único obstáculo que han debido afrontar -para salir del anonimato- los Cristeros, aquellos rebeldes mexicanos que entre 1926 y 1929 combatieron por su fe y contra un gobierno anticatólico en su país. Más de 90 años después, su testimonio sigue generando incomodidad. También en Italia, donde la industria cinematográfica decidió someter a un “boicot cultural” la película que narra su epopeya: Cristiada.

Pero los grandes empresarios no contaban con la determinación de Dominus production, una distribuidora independiente que convirtió al “boca a boca” en su principal arma. Así, el filme llegó a decenas de salas italianas, obteniendo un considerable éxito. Las proyecciones comenzaron en diciembre, en periféricos cines de Roma. La respuesta del público permitió el estreno en un céntrico teatro de la capital italiana, el 27 de abril. Y la taquilla permitió repetir las funciones en la ciudad eterna.

“La distribución no ha sido fácil pero el público ha respondido muy bien, se ha mostrado entusiasta. El problema es en realidad de la industria del cine donde los grandes distribuidores no tienen ganas de correr riesgos con contenidos ‘poco comerciales’, entonces hacen que muchos largometrajes de contenido importante no sean distribuidos. Esto es un problema común no sólo en Italia”, explicó al Vatican Insider, Federica Picchi, de la Dominus Production.

Y agregó: “El hecho de no haberla distribuido antes es un boicot cultural, o porque los distribuidores desde el punto de vista económico tiene miedo que estos temas no generen taquilla, o lo que yo pienso es que existe un boicot porque lo cristiano y el tema de las persecuciones no es muy cómodo que digamos”.

Para Picchi el caso de Cristiada es “emblemático” porque, más allá del contenido –que se refiere a un periodo sangriento y controvertido de la historia de México-, cuenta con un elenco de artistas de primer nivel, como Andy García, Eva Longoria, Peter O’Toole y Oscar Isaac. Además de un equipo compuesto técnicos famosos en Hollywood como el director Dean Wright, responsable de los efectos visuales en largometrajes como “Titanic” o “El señor de los anillos”.

Pese a esos nombres conocidos, los grandes distribuidores le hicieron el vacío. Esto obligó a la productora a montar una estrategia alternativa, con presentaciones en salas menos concurridas. Aún así, el público respondió permitiendo exhibiciones en Milán, Génova, Venecia, Florencia, Nápoles, Salerno, Bari y Catania, entre otras.

Este éxito reforzó en Federica Picchi la convicción de que la falta de llegada a las grandes salas dependió de un boicot cultural. “Muchos de los directivos de las distribuidoras tienen una cierta tendencia ideológica y no ven bien películas como esta”, insistió.

“La película puede gustar o no, porque para las personas más sensibles pueden verse afectadas por las escenas de guerra. Como en la vida, no retrata santos y pecadores en modo definitivo. También entre las filas de los cristeros hubo personajes difíciles, como el ‘Catorce’ o un sacerdote que tomó las armas (el padre Vega)”, estableció.

El filme, que en inglés se titula “For greater glory”, apeló a varias licencias cinematográficas gracias a las cuales conviven en un mismo relato personajes reales pero que nunca se conocieron entre sí, como el general cristero Enrique Gorostieta y el niño mártir José Sánchez del Río.

Por el resto, también logra reflejar el sanguinario choque entre las fuerzas federales durante la presidencia de Plutarco Elías Calles y los rebeldes cristeros, que respondieron tomando las armas al endurecimiento de una serie de leyes que atentaron directamente contra la Iglesia en el país, además de ataques violentos contra la comunidad católica en diversas poblaciones.

La película sorprendió y conmovió durante su proyección del 6 de mayo, en el Teatro Adriano de Roma. Al final, los espectadores aplaudieron largamente, brindando un espontáneo tributo a los protagonistas.

“No conocía para nada la historia, me llamó la atención cómo las cosas parecen repetirse. Me hizo reflexionar también en este tiempo, donde vemos que el terrorismo del Estado Islámico, por ejemplo, de alguna manera quiere lo mismo, hacer desaparecer a los cristianos”, explicó al Vatican Insider Teresa Recchini, a la salida de la función.

Por otra parte Ana María Froio, también en entrevista, apuntó: “La película es muy creíble, considerando que se trata de una historia real. Es la historia de los mártires del cristianismo, es la historia de quienes han decidido morir por Cristo y es un ejemplo para todos nosotros”.

En los próximos dos meses Cristiada continuará siendo exhibida en cines de diversas ciudades, entre ellas Cagliari y L’Aquila. Después del verano europeo, por septiembre u octubre, comenzará la venta en DVD y ya existen negociaciones para llevarla a la televisión italiana.


¡Viva Cristo Rey!

Fuente: http://vaticaninsider.lastampa.it/es/en-el-mundo/dettagliospain/articolo/messico-mexico-mexico-40939/

viernes, 5 de junio de 2015

Carta de un soldado cristero




San Ignacio Cerro Gordo Jalisco; 5 de junio de 1928


Para quien Corresponde; Maria Castellanos Davalos

Con que dolor hoy te escribo esta carta, no se como decírtelo, Pero es mi deber como Cristiano darte un poco de consuelo, a tu pena que hoy sabras. Perdoname si te digo lo que siento y es que tu sabes bien que yo nunca te causaría un dolor tan grande en tu corazón, se fuerte y no me juzgues a mal esto que hoy te digo. Dios es testigo de esto, que quiero contarte.

Mari el dia de ayer fue muy amargo para los que estamos a favor de nuestra Santa Madre Iglesia y por Cristo Nuestro Señor, por el vivimos y también por el morimos. Me dijo Miguel tu hermano que te contara lo que nos sucedió ayer por la tarde, cuando hibanos en camino a cerro gordo, tubimos una refriega con los federales y gente armada.

Te acuerdas de don Felipe Vazquez el que tiene la hacienda en Arandas, donde jugabamos en la casa grande ese mal hombre venia con ellos, junto con varios soldados que lo secundaban en todo, llegaron despotricados y hechando maldiciones a Cristo Rey y disparando balazos.

Para acabar con todos nosotros, fue la Divina Providencia que nos ayudo, ya que casi no traibamos mucho parque y aun asi logramos defendernos casi mas de seis horas, tuvimos que salir no derrotados porque a mi Cristo Rey nadie lo vence, aprovechamos la oscuridad de la noche para poder alejarnos de ese lugar que olia a polvora quemada, te pido por favor no llores, al saber esta carta, malamente Miguel cayo herido por una de esas balas y horas mas tarde acabo su sufrimiento, Mari estoy llorando al escribirte esto, pero ese llanto y amargura es por lo que le sucedió a miguel, el fue mi mejor amigo desde la infancia, juntos crecimos anegando la tierra y barbechando los surcos de maíz. No quiero que te entristezcas por esta carta, que ojala y la recibas pronto. Tu hermano Miguel ya esta en el cielo disfrutando de su tranquilidad, en la casa de Nuestro Padre Dios, yo le asisti a bien morir, rezamos oraciones por el y por los que también murieron, el se fue y nos dejo aquí en esta lucha, que no se cuando vaya a terminar tal vez nunca.

Miguel murió en mis brazos, cuando le contaba lo que nos divertíamos cuando eramos unos niños y tu jugando eras la mama de nosotros.

Hoy por la tarde varios compañeros lo sepultamos cerca de un gigante al lado de un lienzo, para no perder de vista donde quedo su cuerpo, quiera Dios y pronto vuelva la paz y de sosiego a esta lucha que nos toco vivir, Nuestro Padre no nos abandona hoy nos dio de cenar penca de nopal asada, si supieras que no tengo hambre solo miro al cielo y me pregunto donde ire a estar yo, a donde mi Señor me pondrá cuando yo muera.

Mari dales a tus papas esta amarga noticia y que Dios les de consuelo, que se alegren de Miguel quien lucho también por defender a Cristo, de esos malos hombres de acaballo que quieren sacarlo de su templo y de nuestros corazones.
Me despido sabiendo que recibiras esta carta y te pido por favor una oración por mi y por Miguel por si ya acaso no te vuelvo a ver.


Atte Juan Jose Jimenez Ramirez

Que viva Cristo Rey, que viva Cristo rey y Nuestra Santisima Madre Maria de Guadalupe


Juan José Jiménez Ramírez murió el 17 de marzo de 1929 en la batalla de Tepatitlán entre el Ejército Regular Libertario (Grupo Cristero) compuesto por 4.000 cristeros comandados por el general y padre José Reyes Vega y las Fuerzas Federales Mexicanas compuestas por 500 soldados y 4.000 agraristas al mando de los generales Pablo Rodríguez y Saturnino Cedillo durante la llamada Guerra Cristera.


Carta y foto cortesía de Corazón Cristero


(En el fondo la parroquia de San Francisco, en Tepatitlán, Jalisco)