La Segunda Cristera en Los Altos de Jalisco

"La historia es una lucha entre los seguidores del único Rey de la creación y sus opositores comandados por Satanás y sus legiones. En ella los hombres son actores en favor de uno u otro".

viernes, 3 de octubre de 2014

Un obispo que "Llama a las cosas por su nombre"





El controvertido Obispo español José Antonio Reig Pla, obispo de Alcalá de Henares (España) se asemeja a los profetas del Antiguo Testamento, -que recordaban tanto al pueblo de Dios, como a sus reyes- su alejamiento de los mandamientos de la Ley de Dios, y sus excesos.

Monseñor Reig Pla, ha publicado una carta pastoral titulada "Llamar a las cosas por su nombre Un verdadero reto para los católicos”, tras la decisión del Gobierno del Partido Popular de incumplir su promesa electoral de reformar la Ley del Aborto.

Independientemente del asunto particular del presidente Rajoy, quisiera tomar conceptos generales aplicables al aborto y a los partidos políticos que sufrimos hoy en día:



El aborto un es “holocausto silencioso”


Llama al aborto como “holocausto silencioso” y afirma <<Mantener el derecho al aborto quiebra y deslegitima el supuesto estado de derecho convirtiéndolo, en nombre de la democracia, en una dictadura que aplasta a los más débiles. Ninguna ley del aborto es buena. La muerte de un solo inocente es un horror […] 


Se manifiesta enérgicamente contra la ideología del Partido Popular español (y de muchos de nuestros partidos): <<Ha llegado el momento de decir, con voz sosegada pero clara, que el Partido Popular es liberal, informado ideológicamente por el feminismo radical y la ideología de género, e “infectado” como el resto de los partidos políticos y sindicatos mayoritarios, por el lobby LGBTQ; siervos todos, a su vez, de instituciones internacionales (públicas y privadas) para la promoción de la llamada “gobernanza global” al servicio del imperialismo transnacional neocapitalista, que ha presionado fuerte para que España no sea ejemplo para Iberoamérica y para Europa de lo que ellos consideran un “retroceso” inadmisible en materia abortista.>>


Al referirse al Jefe de la Oposición en el Parlamento, -nos recuerda el falso humanismo que permea nuestra sociedad-: <<…hay que afirmar que se ha mostrado falto de rigor intelectual y con un déficit de sensibilidad ante la dignidad de la vida humana. Es asombroso comprobar cómo telefonea a un programa de televisión para denunciar la violencia contra los animales, y, sin embargo, olvida la violencia criminal contra dos millones de niños abortados: decapitados, troceados, envenenados, quemados…>>



Los partidos políticos mayoritarios “estructuras de pecado”



<< Como es verificable, el Partido Popular con esta decisión, se suma al resto de los partidos políticos que, además de promover el aborto, lo consideran un derecho de la mujer: una diabólica síntesis de individualismo liberal y marxismo. Dicho de otra manera, a fecha de hoy ‒ y sin juzgar a las personas ‒, los partidos políticos mayoritarios se han constituido en verdaderas “estructuras de pecado” (Cf. San Juan Pablo II, Encíclicas Sollicitudo rei socialis, 36-40 y Evangelium vitae, 24).


En el orden cultural, y bajo la presión del feminismo radical, se ha trasladado el punto de mira del aborto; se ha deslizado desde el tratamiento como un crimen (No matarás) a la consideración de la mujer como víctima. Es verdad que la mujer es también víctima, abandonada en muchas ocasiones ‒ cuando no presionada para que aborte ‒, por el padre de su hijo, por su entorno personal y laboral y por la sociedad; también es cierto que sufre con frecuencia el síndrome post-aborto, etc.; pero, si bien algunas circunstancias puede disminuir la imputabilidad de tan gravísimo acto, no justifican jamás moralmente la decisión de matar al hijo por nacer. Esto hay que denunciarlo al tiempo que hay que acompañar con misericordia y «adecuadamente a las mujeres que se encuentran en situaciones muy duras, donde el aborto se les presenta como una rápida solución a sus profundas angustias» (Papa Francisco, Evangelii gaudium, 214)>>


Se abre la posibilidad de “un nuevo inicio” y en todo caso un amplio abanico de acciones simultáneas, entre las que quiero destacar:


<<a) Hay que mantener firme el propósito de la evangelización, de la gestación de nuevos cristianos y de la atención en nuestros “hospitales de campaña” (Cáritas, Centros de Orientación Familiar, etc.) de tantas personas heridas (física, psíquica y espiritualmente) que esperan nuestro amor, nuestra misericordia y nuestra ayuda, siempre desde la verdad.
b) Insistir en la educación sexual y en la responsabilidad de las relaciones sexuales, es decir, educar para el amor.
c) Insistir en la abolición total de toda ley que permita el aborto provocado directo y promover la aprobación de leyes que protejan al no-nacido, la maternidad y las familias.
d) Suscitar una respuesta civil organizada y capaz de movilizar las conciencias.
e) Hacer una llamada a promover iniciativas políticas que hagan suya, integralmente, la Doctrina Social de la Iglesia.

f) Estudiar por enésima vez la posibilidad de regenerar los partidos políticos mayoritarios, aunque hasta ahora estos intentos han sido siempre improductivos.>>



Exhortación:



<<El camino va a ser largo y difícil, ya sucedió con la abolición de la esclavitud. La maduración de las conciencias no es empresa fácil, pero nuestro horizonte, por la gracia de Dios, es el de la victoria del bien. Este es tiempo de conversión. Así pues, todos […] estamos obligados en conciencia a trabajar y defender con todos los medios legítimos “toda la vida” de “toda vida humana”, desde la concepción y hasta la muerte natural, empezando por los no-nacidos y sus madres; si no lo hacemos, la historia nos lo recriminará, las generaciones venideras nos lo reprocharán y, lo que es definitivo, Dios, el día del Juicio, nos lo reclamará: era pequeño, estaba desnudo e indefenso y no me acogisteis (Cf. Mt 25, 41-46).>>




Fuente: http://infocatolica.com/?t=opinion&cod=22029



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